LA CRISIS ARRASTRO CON LOS MEDICAMENTOS DE VENTA LIBRE PERO TAMBIEN CON FARMACOS INDISPENSABLES PARA ENFERMEDADES CRONICAS
LLa venta de medicamentos de venta libre cayó 19,76 por ciento promedio durante los diez primeros meses de 2018 como consecuencia de la crisis. Una buena noticia es que la automedicación está en retirada como consecuencia de esa crisis, aunque también se retrajo la venta de los antihipertensivos para las enfermedades crónicas.
La merma en la venta de unidades del mercado farmacéutico total fue de 4 por ciento promedio entre enero y octubre de 2018 con un pico de 19,76 % para venta libre y un piso de 2,01 % para venta con receta, comparado con igual período de 2017, informó el Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).
El informe precisa que la merma en la dispensa de los diez medicamentos de venta libre de mayor venta fue muy “marcada” entre enero y octubre pasado.
El mercado de venta libre o mercado popular, que había experimentado un sostenido crecimiento en la última década, sufrió un retroceso el año pasado y entre los diez medicamentos más consumidos vendieron 28.286.434 unidades entre enero y octubre, mientras que en igual período de 2017 fueron vendidas 35.253.329 unidades.
Esos diez medicamentos de venta libre más dispensados acumularon una baja del 19,76 % interanual, que representó 6.966.895 unidades menos.
Como dato positivo (aún con la crisis como trasfondo) la COFA mencionó que “la gente ha dejado de comprar los medicamentos de venta libre, es decir aquellos que los consumidores utilizan por su propia iniciativa”.
Al mismo tiempo, la venta de unidades en los diez primeros meses de 2017 para el conjunto del mercado ético fue de 457.613.148 unidades, mientras que en igual período del año pasado descendió a 439.118.293, con una caída equivalente a 18.494.855 unidades, según el informe elaborado por la COFA con información propia y de la consultora IQVIA.
Los diez medicamentos más dispensados del mercado ético, entre enero y octubre de 2017, vendieron 52.460.297 unidades, mientras que en igual período del año pasado la dispensa retrocedió a 51.405.274 unidades. La diferencia equivale a 2,01 por ciento.
La COFA comparó que en la comparación de los diez medicamentos de mayor venta por segmento, en venta libre la baja representó 6.966.895 unidades menos, mientras que para el mercado ético fue de 1.055.023 unidades menos.
La caída de venta de ibuprofeno (Ibupirac) de Pfizer llegó al 18,17 por ciento con una merma de 688.200 unidades en sus presentaciones de 600 y 800 mg en comprimidos pediátricos, suspensión y gotas.
El ibuprofeno (Actron) de Bayer sufrió también una caída en las ventas de 4,71 por ciento, pero solo en la presentación de 600 mg.
Solo tres drogas sobre los diez medicamentos auditados, levotroxina, aspirina 0,1 y clonazepam, evidenciaron un incremento en la dispensa.
Medicamentos antihipertensivos para enfermedades crónicas como Enalapril y Losartan sufrieron una retracción del 3,16 y 0,66 por ciento, respectivamente, detalló el informe.
El antibiótico amoxicilina evidenció una baja en el consumo de 7,98 por ciento, equivalente a 422.000 unidades.
La COFA analizó como “llamativo en drogas destinadas a patologías crónicas” la caída de ventas en los antihipertensivos.
En cambio, calificó de “positivo” la caída del consumo de antibióticos, “siempre que se deba a un uso racional del mismo”.
El informe precisó que bajó la venta de alprazolam en 3,83 por ciento (168.800) pero a contramano de la tendencia aumentó la dispensa de clonazepam en 4,12 por ciento, equivalente a 162.800 unidades.
Así también, “en momentos de crisis económica generalmente aumenta el consumo de psicofármacos y en este caso la dispensa de alprazolam disminuyó 3,83 por ciento y, sin embargo, el clonazepam aumentó. 4,12 por ciento. ¿Los especialistas migraron las prescripciones de una droga a la otra?”, se preguntó la COFA.
Recientemente, la consultora Ecolatina había precisado que la producción de medicamentos entró en terreno negativo en 2017 con un retroceso en la fabricación de unidades de 6,4% y se esperaba que la retracción continuara -aunque a un ritmo más moderado- del 0,8 por ciento al término de 2018.
El período comprendido entre 2005 y 2015 “fue por demás
favorable para la industria farmacéutica nacional y le permitió a la
misma crecer 83% en el acumulado de la década”, comparó Ecolatina.
“Es decir, el sector experimentó una tasa promedio de expansión del 6,2% anual. Estas cifras se ubican muy por encima de las experimentadas por la industria manufacturera en su conjunto, rama que creció al 2,4% promedio anual”, destacó la consultora.
En el mismo período, las exportaciones de medicamentos se triplicaron, pasando de US$ 351 millones (0,9% de las exportaciones totales de bienes del país) a US$ 1.047 millones (1,3% del total).
“No obstante, tanto el contexto interno como externo de los últimos dos años interrumpieron la tendencia expansiva de la industria farmacéutica. En el plano local, la recesión de la economía en 2016 significó un freno para el sector, que logró crecer sólo 0,3%. En 2017, a pesar de que hubo una mejora en la coyuntura, la producción doméstica de medicamentos experimentó, por primera vez en más de una década, una contracción y la facturación de la industria local (ventas al mercado interno y exportaciones) se redujo 6,6% en términos reales”, completó el informe.