En estos tiempos, políticos, periodistas e incluso algunas personas debaten vehementemente sobre la vacuna de PFIZER. Casi podemos decir que la exponen que es la única solución contra el flagelo del COVID.

Por fortuna a esta campaña mediática de medios y políticos no se suman ni médicos ni científicos que avalen tanta torpeza y falsedad, me refiero a políticos como Monzó, Carrió, Ocaña y periodista como Cristina Pérez, Feinman y Etchecopar, etc.

Pfizer es una empresa norteamericana que es la numero uno en el mundo. Sin embargo, en nada se destaca, ni difiere de otros laboratorios y mucho menos en sus muy cuestionables métodos de venta.

Pfizer argentina ocupa en el ranking de productos el lugar número 15, modestísimo por cierto muy lejos del número 1 y con un agregado:  su producto de mayor venta es IBUPIRAC, fármaco que comercializó hasta 1997 el laboratorio argentino SYNTIAL y que la multinacional lo compró e incorporó a su cartera en aquel año.

Cuando vemos algunas de las tácticas cuestionables de este “IMPOLUTO LABORATORIO PFIZER”, además de tener múltiples sanciones en todo el mundo.

En argentina Pfizer ha sido denunciado por la COFA (Confederación Farmacéutica Argentina) y por nosotros, la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM) , por entregar muestras gratis sin ningún control de profesionales de salud instalando un stand en el enlace de la estación de subterráneos 9 de julio. Es de destacar que finalmente retiraron el stand y dejaron de repartir las muestras gratis, no obstante la complicidad habitual del ANMAT que pese a las denuncias precoces de profesionales farmacéuticos y de los visitadores médicos, no actuó ni envió inspectores.

Continuemos con laboratorios Pfizer y algunas de sus dolosas acciones: hace pocos años fiel a su hipocresía despidieron con causa a dos empleados de la empresa por acciones dolosas.

En síntesis, estos súbditos de la gerencia comercial se habían quedado con dinero y regalos del laboratorio para aumentar la venta de sus productos, lo que se conoce en castellano vulgarmente como COIMAS, una TACTICA SUMAMENTE HABITUAL EN Pfizer.

Estos despidos terminaron en juicio durante el cual, los APM aportaron sustanciosos e irrebatibles argumentos y el juez laboral Alberto Baños responsabilizó a Pfizer de forzar a sus empleados a pagar coimas y distribuir costosos regalos entre los médicos para que receten sus productos”, según cita textual.

El fallo emitido en 2010 por el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Número 27 de la capital Federal,  acusó a Pfizer de practicar una “conducta delictiva” y en consecuencia la multinacional quedó envuelta en un escándalo de imprevisibles consecuencias, ya que el juez Baños y la secretaria del juzgado María Noé Rodríguez  recomendaron girar los antecedentes al Juzgado Nacional en lo Penal Económico Número 8 para que determinara “la gravedad de las conductas delictivas”  y las eventuales condenas penales.

La demanda de Pfizer se convirtió en un tiro en el píe porque durante el juicio se comprobó que los empleados eran apenas un engranaje de un mecanismo tipificado como "conducta delictiva" y en la sentencia judicial se responsabilizó a la empresa de forzar a sus empleados a pagar coimas y distribuir costosos regalos entre los médicos para que recetaran sus productos.

La secretaria María Noé Rodríguez en la sentencia de más de sesenta páginas señaló que durante la investigación "he tomado conocimiento con absoluto asombro de todo un oscuro sistema de coimas y sobornos".

"Ejemplifiquemos: el laboratorio identifica a los denominados "médicos-negocios" es decir, aquellos con mayor potencial prescripto y envía a un a un empleado captar su voluntad mediante el ofrecimiento de diversos beneficios económicos como puede ser la entrega de un determinado electrodoméstico o un cheque o dinero en efectivo de tal manera de asegurar que aquél recete sus productos", describió la sentencia  sobre Pfizer.

La secretaria del juzgado Maria Noe Rodriguez señaló “he tomado conocimiento con absoluto asombro de todo un oscuro sistema de coimas y sobornos” y que tenía “motivos suficientes para pensar entonces que estos médicos recibieron dinero por haber recetado los productos de Pfizer pero suscribieron el correspondiente recibo para tales gastos por conceptos que no eran los reales", fue la lapidaria conclusión de la secretaría Noé Rodríguez.

En su descargo, el director de ventas de Pfizer para el Cono Sur, el brasileño Adilson Wladimir Montaneira, al declarar ante la justicia argentina recurrió al argumento de culpar a sus subordinados de distribuir prebendas por iniciativa propia y aseguró que la política de promoción médica del laboratorio "estaba estrictamente ligada al código de ética del laboratorio".

Es cierto que la casa matriz tiene un código de ética para sancionar conductas ilegales, pero también es cierto que en algún momento en Argentina se lo denunció por “tercerizar” el pago de coimas.

Precisamente, la AAPM en agosto de 2011 denunció a varios laboratorios, entre ellos Pfizer, de repartir “coimas, prebendas e irregularidades graves”, que constituían “prácticas recurrentes de la industria farmacéutica". En la presentación se incluyeron mediáticos médicos convertidos en publicistas de esos laboratorios.

En la denuncia de la AAPM ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se detalló que Pfizer había “tercerizado la promoción de sus productos a través de un laboratorio nacional.

“Como en sus países de origen tienen prohibido, no sólo coimear, sino a veces incluso entregar objetos que, aunque sean de carácter científico, puedan dar lugar a la posibilidad de un beneficio comercial, entonces, para evitar conflictos con las casas centrales, operan a través de laboratorios argentinos". Un caso, que la AAPM incluyó en su denuncia ante la Comisión de Salud de diputados de la nación, fue el acuerdo de Pfizer con el laboratorio argentino Gobbi Novag: "Es una pequeña empresa situada en Wilde, con apenas 12 visitadores médicos. Sin embargo, Pfizer, el laboratorio más importante del mundo, realiza un convenio con Gobbi Novag para promocionar su producto oncológico Sutent, pese a que Pfizer contaba doscientos visitadores médicos, una de las fuerzas de venta más importantes del país. El costo de tratamiento del Sutent es de $  562.052 en su presentación de 28 x 50 mg , es de destacar que este accionar no es delito en si mismo , pero refleja una clara maniobra de de evasión de responsabilidades  precisó José Charreau, por entonces el secretario de Acción Social de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM). La denuncia pública hizo que Pfizer luego que reconociera el acuerdo con Gobbi Novag recupero la comercialización del producto lo que corrobora una maniobra elusiva.

Pfizer también fue noticia mundial por las multas superiores a los 100 millones de dólares que le impusieron en Estados Unidos en 2012 por sobornar a médicos y funcionarios públicos en el exterior.

En virtud de un acuerdo celebrado ese año con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Pfizer aceptó pagar multas de 60 millones de dólares y 48 millones de euros por sobornar a médicos, reguladores de precios y funcionarios públicos en Rusia, Bulgaria, Croacia, Kazajistán, Serbia, República Checa, China e Italia.

Pfizer no ha sido el único laboratorio castigado por la justicia de Estados Unidos por pago de coimas y conductas ilegales en el exterior, comportamiento penalizado si la empresa acusada cotiza en Wall Street.

Esta información claramente demuestra que PFIZER es un laboratorio con todos los actos lícitos e ilícitos que muchas otras empresas farmacéuticas y por supuesto su interés supremo es la rentabilidad y no la salud publica

P.D. Todos los datos de esta nota son fidedignos de fuentes propias, han sido corroborados y reflejan la realidad analizados por la asociación de agentes de propaganda medica, confederación farmacéutica argentina y diario Página12.