EL GOBIERNO DESMONTO EL SISTEMA DE PATENTES DE UN PLUMAZO. NI MENEM SE ANIMO A TANTO

Con el simple expediente de la resolución 56 del Instituto de Propiedad Industrial (INPI) se autoriza la aprobación de patentes importadas desde otro país. Ni Carlos Menem se atrevió a tanto en la década del 90 pues cuando lo intentó, la resistencia de los laboratorios nacionales, pero también de los visitadores médicos, los colegios profesionales y las organizaciones sindicales, le obligaron a dar marcha atrás.
La reciente resolución 56 del INPI habilita las patentes “importadas” o “patentes express” que convierte al organismo en una oficina de entrada de expedientes, según denunciaron los legisladores nacionales que presentaron tres proyectos de resolucíón contra el nuevo mecanismo de aprobación de patentes.
Dos de esos proyectos corresponden al FpV – en total suman dos docenas de firmas- y el tercero a Graciela Camaño, la presidenta del bloque del Frente Renovador.
La resolución al mismo tiempo anula las guías de patentabilidad adoptadas a partir de 2010 para evitar los abusos de mercado y para impedir que se consolide un monopolio con la aprobación de medicamentos sin novedad inventiva, que constituyen la repetición de fórmulas conocidas, con ligera modificaciones.
La resolución cierra un “círculo virtuoso” que comenzó con la designación al frente del INPI de Dámaso Pardo, socio de la Asociación Argentina de Agentes de Propiedad Intelectual (AAAPI), un lobby de abogados que trabaja para las multinacionales y que apenas asumió el gobierno de Mauricio Macri fue a pedir cambios en la conducción del organismo y la anulación de las guías de patentabilidad.
Pardo es socio, además, del estudio Pagbam, integrado por Pérez Aladi, Grondona, Benites Amtsen y José Martínez de Hoz (hijo) quien estuvo a punto de ser confirmado como vicepresidente del INPI. No lo fue, lo que no le impide actuar en las sombras.
El siguiente paso fue la “decisión política” de Mauricio Macri de que el INPI se constituya en el organismo encargado de negociar el capítulo de propiedad intelectual con la UE. Ni Cancillería, ni el Ministerio de la Producción, ni la Secretaria de Comercio.
El INPI cooptado por los abogados de las multinacionales, tendrá la palabra final en las negociaciones con la UE, mientras los gobiernos europeos son sometidos a las presiones de las multinacionales farmacéuticas de sus respectivos países –Bayer en Alemania, Sanofi en Francia-que, desde el otro lado del mostrador, cooptaron el INPI de Argentina.
Tampoco cabe esperar mucha resistencia del ministro de Producción, Francisco Cabrera, que acaba de pedir un tratado de libre comercio con Estados Unidos, algo que suena lejano incluso